El proyecto consistió en una rehabilitación integral de una nave ubicada en un Polígono Industrial de Valladolid
para su nuevo uso como taller de reparación y concesionario de automóviles.
La nave existente se divide en dos partes, concesionario y taller, y entre ellas aparece un patio bioclimático con el que
se mejora la ventilación e iluminación del edificio. El proyecto se realiza segun las directrices de la marca,
teniendo especial cuidado con los detalles y acabados. Los escaparates abiertos permiten la entrada de una gran cantidad de luz
y así iluminar la sala de los vehículos. Una banda central en dicho espacio divide los coches de Jaguar y los de Land Rover.
En dicha banda, se situan el merchandising, la zona de cafe, los aseos y la escalera de subida a la planta superior de oficinas.