Seguro que has oído hablar de la arquitectura minimalista y que ya has visto más de un diseño que sigue este estilo. Lo cierto es que el minimalismo como estilo de vida ha marcado tendencia durante las últimas décadas y sigue siendo muy usado a día de hoy por arquitectos, gracias a las innumerables ventajas que tiene. Veámoslo con más detalle.
¿En qué consiste la arquitectura minimalista?
El minimalismo se ha convertido en todo un movimiento social que aboga por un modo de vida simple con el uso de lo esencial. Trasladado a la arquitectura, se refleja en diseños lisos, sencillos y con un valor estético inigualable, donde eliminamos los adornos innecesarios, haciendo de la esencia lo principal en el diseño, sin necesidad de muchos objetos o decoraciones.
Historia de la arquitectura minimalista
Al igual que otros estilos como el barroco, el renacentista o el clásico, el minimalismo tiene su propia historia y comienzos.
El orígen
Con una gran influencia de los estilos tradicionales japoneses y los diseños del artista De Stijl, la arquitectura minimalista comienza a abrirse hueco a comienzos del siglo XIX como reivindicación de los diseños excesivos y aparatosos que se habían dado hasta el momento.
Ya a finales de los 80 este tipo de arquitectura se empezó a ver en Londres y Nueva York. Más tarde, sobre el 1930, Ludwing Miles Van Der Rohe acuñaba este término mientras dirigía la escuela Bauhaus en aquella misma época. El artista tenía un mantra, “menos es más” y así lo reflejó en sus diseños. Fuera excesos innecesarios y vuelta a la naturaleza de las líneas suaves, lisas y naturales que creasen espacios funcionales.
No obstante, no fue hasta pasados los 60 cuando se comenzó a convertir en una tendencia que continúa a día de hoy.
Los objetivos
El objetivo principal de las casas minimalistas es el de despojarse de todo aquello que no sea necesario o relevante y volver a la simplicidad en los diseños, espacios, materiales o colores. Mediante este ejercicio, obtenemos un espacio “zen” que nos llena de calma y libera nuestra mente.
Características de la arquitectura minimalista
Ponemos en H3 cada característica y explicación “amplia” de cada una. Me las he inventado un poco viendo lo que hay por ahí escrito para hacerlas únicas y distintas, pero si ves alguna otra que se pueda meter y/o cambiar el título del h3, adelante.
Para reconocer de un primer vistazo lo que es la arquitectura y diseños minimalistas, debemos estudiar sus principales características.
La simplicidad
Lo simple, natural para la vista, y sencillo, es lo que más podríamos destacar del minimalismo. Se crean entornos claros, abiertos y lisos donde pasa la luz de una manera natural y calmada. Los interiores suelen ser poco recargados dejando espacio a la libertad de movimiento y las fachas tienen un estilo liso y despejado.
Los materiales que se utilizan en la arquitectura minimalista
Tanto los materiales como la colocación de los mismos es esencial en este tipo de arquitectura. Se usan materiales simples como la madera o materiales rústicos (cemento pulido, vidrio, piedras, acero…) que crean la sensación de continuidad en el diseño, casi sin revestimientos.
En este punto, es interesante conocer los diferentes materiales y la diferencia entre pladur y ladrillo, entre otros.
El interior y los espacios diáfanos
En los interiores, al igual que en el exterior, se apuesta por colores neutros, paredes en color blanco lisas que dejan entrar la luz de manera natural, casi imperceptible.
En muchas ocasiones, los interiores cuentan con escaleras, estanterías o muebles de obra, fusionando los materiales con la funcionalidad de la estancia. Por otro lado, los tipos de suelo para una casa podrán variar, pero siempre siguiendo un estilo minimalista y con materiales naturales.
La sencillez en la decoración
La decoración es lo que le dará esa personalidad y calidez al diseño. Se visten las estancias con cortinas, cojines u otros elementos que aporten ese toque de color sin llegar a recargarlo. También se hace uso de plantas y elementos naturales que crean una sensación de hogar y calidez. Así, conseguimos espacios agradables en los que pasar el tiempo tranquilos, relajados y sin estrés.
Monocromía en los colores
Los colores neutros predominan en los espacios minimalistas (el blanco o el negro también pertenecen a este estilo). Con una combinación natural de los colores crema o neutros conseguimos transmitir la luz por toda la estancia, aportando una sensación de paz al entrar en ella.
Si se desea aportar un toque algo más llamativo (de manera puntual), se hará mediante elementos decorativos sencillos y en armonía con el resto del diseño.
Las texturas en las fachadas y paredes
Como ya hemos comentado antes, la texturas naturales son un elemento esencial en los diseños minimalistas. Su uso en fachadas y paredes es muy común y ayuda a crear un ambiente tranquilo y sencillo.
Es frecuente el uso de líneas rectas y en tonos claros sin adornos, dando así una sensación de amplitud y pureza. En este caso, la geometría en la construcción será fundamental.
La luz y su función
Uno de los aspectos más importantes a la hora de diseñar un espacio minimalista es la iluminación natural del mismo. Esto se consigue mediante el uso de colores claros en las paredes, espacios abiertos donde pueda fluir la luz y la incorporación de amplios ventanales para evitar al máximo el uso de luz artificial.
El significado o falta de significado de una casa minimalista
Muchos piensan que el estilo minimalista carece de personalidad y convierte en aburridos los diferentes espacios. Pero lo cierto es que el minimalismo nos permite expresar nuestra creatividad de manera que el protagonista de ese espacio sigamos siendo nosotros mismos y no su decoración.
El minimalismo nos ofrece una sensación de equilibrio, amplitud y luminosidad básicos para el bienestar de nuestro cuerpo y mente, de ahí su éxito.
Además, también podemos desarrollar la arquitectura minimalista en casas pasivas, una tendencia en alza.
Conclusiones
Como hay gustos para todo, el minimalismo en casa, al igual que la neuroarquitectura u otros estilos, tiene una personalidad propia que agrada más a algunos y menos a otros. Lo que es innegable es la calma que transmite y la paz con la que nos encontramos al entrar en una estancia con este tipo de diseño.